Semilla de Aloe Vera

Propiedades de la semilla de Aloe Vera

La Semilla de Aloe Vera es la parte de la planta que permite su crecimiento y desarrollo. Dentro de la semilla se encuentra el potencial para desarrollar, con una madurez adecuada, todas las propiedades que posteriormente buscaremos en el aloe vera. Las semillas se encuentran en variada proporción dentro de la flor de aloe vera. Todas las flores presentan un grupo de semillas, sin embargo hoy en día sigue siendo difícil encontrarlas de manera comercial y también es más costoso obtener su crecimiento a partir de ellas. Es por estas razones por las que la extensión del aloe vera se está provocando principalmente a través del trasplante de tallos. Como semilla, la del aloe vera se caracteriza por su resistencia, como es algo propio de toda la planta en las diferentes partes que presenta. Precisamente esta característica es la que otorga a sus raíces tanta popularidad de fuerza. Esta propiedad de la semilla de aloe vera es importante, dado que tendremos que plantarla en una maceta de gran profundidad o bien en una zona de tierra a un par de metros de distancia entre ella y cualquier otra planta, incluso si también es de aloe vera.

Descripción

Las semillas de aloe vera se presentan en grupo por cada flor, en una cantidad variable. Se trata de una semilla de tipología alada, con un color característicamente marrón oscuro y un tamaño de 1,2 centímetros aproximadamente.
La semilla de aloe vera tarda en crecer hasta 4 meses, aunque hay plantas que consiguen un crecimiento óptimo en unos 30 días, dependiendo de las condiciones de plantación.
Curiosamente, la semilla de aloe vera inicialmente no necesita demasiada agua para extender y afianzar las raíces. La dificultad de equilibrar la poca necesidad de agua con la suficiente como para desarrollarse de forma óptima, es lo que hace complejo el cultivo de aloe vera desde la semilla.
Entre los consejos más comunes está el de asegurar este suministro de agua a partir de debajo de la maceta. Se puede conseguir introduciéndola en un recipiente de agua y dejando que vaya fluyendo por el interior hasta que se note un cambio en la tierra de la parte superior. Luego se debe dejar escurrir de forma normal y repetir la acción cada pocos días cuando la tierra presente aspecto de sequedad.
Pese a que todo y aunque es más fácil hacer crecer una planta de aloe vera a través de tallos trasplantados, lo cierto es que la semilla de aloe vera sigue siendo un elemento constantemente solicitado por los aficionados a esta planta.

Cómo plantar la semilla de aloe vera

A continuación te explicamos el proceso de cómo plantar la semilla de aloe vera. Este mismo proceso es perfectamente aplicable a la plantación de brotes o tallos de aloe vera ya maduro, teniendo en cuenta que, para mantener todas sus propiedades, debe haber alcanzado madurez plena, que normalmente lo ofrecen las plantas de 2 y 3 años.

En primer lugar hay que escoger una época y un entorno adecuados para un crecimiento rápido y óptimo. La semilla de aloe vera, como el resto de la planta, aguanta y necesita calor constante, sin embargo tanto el frío como las altas temperaturas pueden terminar siendo un problema para su desarrollo e, incluso, para su supervivencia.

Por esa razón es muy apropiado escoger las estaciones de otoño y primavera en la mayoría de las zonas para plantar semillas de aloe vera. Si escoges plantarla en maceta y la temperatura exterior no es apropiada, mejor opta por dejar que crezca inicialmente en un espacio interior. Además, escoge una maceta de terracota o de barro, dado que son las que mejor mantendrán la temperatura óptima.

Hay muchos trucos para conseguir una temperatura adecuada en el interior de la maceta. Uno de los más conocidos es con film de plástico transparente. Aunque también puede servir la utilización de piedras, siempre garantizando la máxima traspiración de la planta.

Respecto al entorno escogido, como hemos comentado antes la semilla de aloe vera necesita espacio. En el caso de optar por una maceta, asegúrate de que tiene al menos 50 centímetros de profundidad. Para plantar la semilla en un jardín solo hay que garantizar una distancia de unos 2 metros entre una planta y otra, debido a la extensión y resistencia de sus raíces.

Otra característica a tener en cuenta es lo poco que acepta o necesita el agua. De hecho, la gran mayoría de problemas relacionados con la plantación de semillas de aloe vera se centra en encharcamientos y exceso de riego.

Para evitar estas situaciones, lo mejor es empezar desde el principio con un sistema adecuado de drenaje. No es nada complicado, solo hay que colocar en la base de la maceta unos dos dedos de grava para asegurarse de que el riego no provocara charcos y podrá filtrarse con total seguridad para la planta.

Respecto al tipo de tierra que hay que utilizar, la semilla de aloe vera crece mejor en una mezcla equilibrada de tierra de jardín y turba. Como casi todas las plantas, se puede aprovechar un abono que acelere y mejore el crecimiento, solo que en este caso recomendamos sobre todo que sea abono orgánico y no químico.

Introduce la semilla en la tierra a una profundidad media. Ten en cuenta que debes dejarle espacio para crecer por arriba y por abajo. Asegúrate que le llega suficiente iluminación y está a una temperatura adecuada. Si has escogido la plantación a través de tallos de otra planta de aloe vera, no es necesario que la riegues durante las dos semanas iniciales. Si has escogido hacerlo directamente con la semilla, asegúrate un riego adecuado, preferiblemente de abajo hacia arriba o mediante un sistema de goteo, pero evitando exceso de agua.

Posteriormente es recomendable cada 15 días. Ten en cuenta que si la planta de aloe vera crece en exterior y le cae agua de lluvia, podría no necesitar tanta como en un riego corriente. Evita siempre que puedas encharcamientos.

En el caso de que hayas optado por trasplantar un tallo el proceso es el mismo, solo que la parte que tienes que coger para que crezca una planta de aloe vera nueva no debe dañar nunca a la raíz ya expuesta, porque a partir de ella seguirá creciendo. En este caso hay que cubrir con tierra a la planta solo hasta el lugar donde nacen las hojas.