Hoja de Aloe Vera

Propiedades de la Hoja De Aloe Vera

La Hoja de Aloe Vera es la parte más característica de la planta. De ella o, sobre todo de su interior, es de donde se extrae la mayoría de propiedades que luego se pueden aprovechar de forma ingerida, uso tópico o mezclado con otros componentes. De esta forma, distinguimos dos tipos de propiedades de la hoja de aloe vera. Por un lado las que se encuentran expuestas como parte característica de la hoja. Por otro lado los nutrientes y vitaminas interiores. A nivel exterior la hoja de aloe vera destaca sobre todo por su grosor, uno de los mayores en este tipo de plantas. La razón se encuentra precisamente en la pulpa que se va acumulando constantemente en su interior gracias en parte a la absorción de agua. También hay que señalar la gran resistencia de estas hojas. De forma natural se defiende fácilmente gracias a las espinas que rodean toda la hoja en sus laterales. Pero su grosor le aporta también durabilidad frente al viento y la lluvia, aunque en exceso no es una planta que lo asimile muy bien. Además, la hoja de aloe vera tiene un suave aroma característico, que luego se traslada a cualquier elemento fabricado con ella. Pero incluso aunque esté como planta decorativa, el perfume de la hoja puede extenderse por toda una habitación o jardín. Por descontado, las propiedades de la hoja de aloe vera se encuentran principalmente en su interior. Aunque las propias hojas son comestibles, es la pulpa la que contiene todos sus nutrientes, sobre todo si la planta está en un correcto estado de madurez.

Descripción

Las hojas de la aloe vera son sin duda el elemento más característico de la planta. En parte se debe a su tamaño, dado que en ocasiones pueden alcanzar hasta 50 centímetros de longitud y 8 centímetros de grosor. No obstante, también hay hojas de aloe vera de 30 centímetros y con un mínimo grosor de 5 centímetros.

Las dos cosas en las que todo el mundo se fija al observar una hoja de aloe vera es su color, verde claro u oscuro en función de su madurez y las espinas, que aparecen en sus laterales. Esta zona puede adoptar cierta tonalidad rojiza hasta el nacimiento de las puntas, que son mucho más claras. Las espinas pueden ser normalmente de 2 milímetros de longitud y muy visibles, pero esto no evita que muchas personas se pinchen con ellas, sobre todo cuando quieren cortarlas.

Una planta corriente de aloe vera puede presentar una media de hasta 20 hojas, dependiendo obviamente del terreno que tenga la planta para desarrollarse.

No obstante lo más importante para los interesados en aprovechar todos los beneficios del aloe vera se encuentra concretamente en el interior de la hoja. En ella se acumula un denso líquido gelatinoso, que es el que guarda todas sus propiedades y nutrientes.

Esta pulpa interior es bastante fácil de sacar con una máxima pureza, gracias en parte a la rigidez de la superficie interna que presenta la hoja del aloe vera.

Partes de la hoja de aloe vera

La hoja de aloe vera tiene principalmente 4 partes.

Espinas: Todas las hojas de aloe vera presentan una fila de espinas en sus laterales, hasta la misma punta. Estas pequeñas espinas afiladas son fáciles de quitar, pero en la Naturaleza defiende a la hoja y a la planta en general de agentes externos que pueden resultar una amenaza.

Corteza: La hoja de aloe vera tiene todos sus nutrientes en el interior. La parte que protege este gel de aloe vera y que evita que se contamine o pierda sus propiedades es la corteza.

Gel: En la parte interior es posible extraer un gel o pulpa algo espeso con tonalidad transparente. Es el jugo de aloe vera que constituye la parte más importante de la planta, donde están sus nutrientes, vitaminas y el resto de elementos que la hacen tan beneficiosa para las personas.

Aloína: La hoja de aloe vera contiene parte de aloína, que es una sustancia amarga que en determinados usos puede resultar tóxica. Antes de poder provechar el gel de la hoja de aloe vera, es necesario procesarla, normalmente dejándola hacia abajo en un vaso de agua, que podemos ir cambiando cada poco tiempo, hasta que la aloína deja de aparecer.

Cómo procesar y mantener la hoja de aloe vera

A diferencia de la flor de aloe vera, la hoja de aloe vera requiere algo más de esfuerzo para cortarla y procesarla. El grosor y la resistencia de esta hoja hace necesario algún utensilio cortante, como por ejemplo un cuchillo de sierra, con el que cortarla respecto al resto de la planta.

Debemos realizar el corte antes de llegar al tallo, pues podríamos terminar dañando la planta de aloe vera. Con mucho cuidado y cogiendo con una mano la hoja debido a su longitud, cortamos toda su base, de donde es normal que aparezca el conocido gel interior goteando por unos instantes.

A la hora de procesar la hoja tenemos varias opciones. Todo dependerá un poco de qué queramos hacer con ella posteriormente. Si queremos extraer el resto de su gel interior, tendremos que proceder a cortarla, operación que explicamos más adelante.

Sin embargo, si vamos a utilizar solo un trozo de la planta y queremos conservar el resto o, simplemente, la hemos cortado para tenerla más a mano cuando vayamos a utilizarla, es posible conservarla de muchas formas.

El objetivo va a ser mantener el máximo tiempo posible sus propiedades, por tanto el frigorífico será un buen aliado para conseguirlo.

La forma más sencilla es envolviendo en film transparente la hoja, si es posible en pequeños trozos, manteniendo así unos días sus propiedades intactas, aunque en unas dos semanas irán en descenso.

Uno de los mejores métodos consiste en la conservación de la hoja en tarros de cristal dentro del frigorífico. Para ello se puede seguir este proceso:

  • Eliminamos la punta y la base de la hoja de aloe vera.
  • Cortamos el resto de la hoja en trozos a medida del tarro donde se guardarán.
  • Metemos todos los trozos dentro del tarro de cristal.
  • Echamos una cantidad de alcohol con la ayuda de un recipiente.
  • Colocamos la misma cantidad de agua en el interior.
  • Cuando hayamos cubierto la hoja de líquido, cerramos la tapa.
  • Conservamos el tarro en el frigorífico hasta 45 días.

Cómo abrir la hoja de aloe vera

El secreto del aloe vera reside en mayor parte en el interior de la hoja de aloe vera. Ahora bien, para aprovecharlo al máximo es necesario abrirla de forma correcta.

Ya os hemos explicado que lo primero de todo es cortar la base y las puntas. Pero si queremos abrir la hoja en lugar de conservarla, también habrá que eliminar las espinas. Con un cuchillo podemos recorrer los laterales de la hoja cortándolas.

Si la hoja de aloe vera es demasiado grande, es posible realizar sin problema este proceso en trozos más pequeños.

Cuando hayamos quitado todas las espinas, clavamos un cuchillo por el interior para abrir la hoja de aloe vera, que se nos presentará así en dos partes simétricas.

En el interior estará el gel (recordad que antes hay que proceder a la expulsión de la aloína). Aquí podemos ayudarnos bien de un cuchillo o bien de una cuchara. Con el utensilio escogido, retiramos todo el gel interior que podemos, llegando hasta la corteza de la hoja, que debe quedar limpia. Cuanto más gel recojamos y menos quede en la superficie, mayor grado de pureza respecto a sus nutrientes presentará.

Usos

La hoja de aloe vera presenta una gran cantidad de usos. Los más conocidos están relacionados con el gel que tiene en su interior, pero la propia corteza es también de gran utilidad.

Infusiones

Uno de los usos más frecuentes es el que la vincula a las infusiones. Las hojas de aloe vera secas ofrecen un sabor característico a estas bebidas y aportan algunos nutrientes siempre presentes en esta parte de la hoja.

Alimento comestible

Como alimento comestible la hoja de aloe vera también se utiliza a menudo. Si cortamos las espinas y eliminamos el gel y la aloína interiores, el resto de la corteza es posible cortarla en pequeños trozos o incluso triturarla. Por esa razón es un alimento muy útil tanto en zumos y bebidas como todo tipo de preparaciones culinarias.

Gel

Por descontado, la hoja de aloe vera encuentra la mayor parte de sus usos con su gel interior. A nivel general este elemento es perfecto para mantener una piel hidratada, con brillo y cierto efecto rejuvenecedor. Esto se debe principalmente a las propiedades de regeneración celular que presenta la hoja de aloe vera.

Dolores estomacales

El gel de la hoja de aloe vera es también útil en el caso de dolores estomacales, problemas de digestión y en el uso tópico, contra quemaduras y picaduras de insectos en la piel. Se complementa además con su uso cosmético o su utilización efectiva en la higiene diaria.

Enfermedades

Por último, el gel de aloe vera también es útil con respecto a ciertas enfermedades, para prevenirlas o solucionarlas, como lo es la diabetes, el colesterol, así como todo tipo de problemas relacionados con el sistema inmunológico y la circulación sanguínea.